I
Una ave viva
en mis adentros.
¡ En una jaula de carne
y de fuego ¡
Una ave dormida
en mis adentros.
¡ Una jaula de carne
en el centro ¡
Una ave muerta
en mis adentros.
¡ Vete, jaula de carne,
vete lejos ¡
II
Incierto,
cálido y fugaz,
un segundo de vida.
En el invierno de la partida,
nieve negra en los tejados.
Titubeante la eternidad.
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