viernes, 9 de diciembre de 2016

SOY

Soy una caracola vacía
en la que no quiere sonar el mar.
Soy una senda sin destino,
huérfana de partidas y llegadas.
Soy una carta no franqueada,
una mañana no amanecida.

Soy un ácido no corrosivo,
un hambriento sin intestinos,
una máquina sin resortes, sin tuercas
ni tornillos.

Soy una noche sin párpados caídos,
un cielo nublado sin cirros
ni cumulonimbos.

Soy la ganancia de una apuesta suicida.
Soy una fuerza sin aceleración ni masa.
Soy una camisa sin puños, sin almilla,
sin mangas.

Soy un fantasma que ni flota, ni asusta, ni vaga.
Soy un galeote sin argollas,
sin remos a los que asirme.
Un galeote con manos sin llagas,
un reo sin sentencia de muerte.

Soy un cirio sin hilo,
encendido por un fósforo decapitado,
ennegrecido, inerme.

lunes, 17 de febrero de 2014

13 muertos negros

Hay muertos blancos y muertos negros.
A los muertos blancos los lloramos,
los muertos negros nos importan un huevo.

Hay muertos blancos y muertos negros.
A los muertos blancos
los enterramos en el cementerio.
A los muertos negros
los sumergemos en el Estrecho.
Para que se los coman los pescaítos y los cangrejos.
Para que sirvan de pasto
a bancos de sardinas y de financieros.

Hay muertos negros
para que hayan funcionarios trajeados o uniformados
que los cuenten, o los descuenten o nos libren de ellos.

Hay muertos negros
para recordarnos que la pobreza mata
pero solo a los negros que viven lejos.

Eso nos creemos como memos.

Pero pronto habrá muchos muertos blancos
entre el Estrecho y los Pirineos.

¿Qué te crees?
¿Qué la pobreza no te alcanzará
y te matará como a un negro?

Tranquilo,
que a ti te enterrarán en un cementerio
junto a una bonita lápida y otros blancos muertos:
no sea que te confundan con un negro.