domingo, 27 de marzo de 2011

POR ESO SIGO

Camino repensando sin cesar
las huellas que dejo.
Camino sin saber
que hago, que digo.
Solo camino y camino:
soy un peregrino del olvido.
Una ropas raídas,
unos zapatos consumidos,
unas monedas en los bolsillos
y un corazón desvalido.
Respiro a estas horas de la mañana
los primeros aires del día.
Solo, andando, entiendo la huida,
siento la verdad
que subyace ocasionando heridas.
Tal vez por eso camino
y por eso sigo.
Por eso vago y omito constantemente
lo ocurrido.

sábado, 26 de marzo de 2011

A TI

(poema inacabado)

A ti, anhelo experimentado, materializado, hecho realidad
aquí al lado. A ti, astro recién estrenado, hermosura gitana sempiterna.
A ti te doy lo que tengo y lo que no tengo,
mi ser, mi estar, mi parecer
y el resto de verbos sustantivados.
A ti, mujer, que desencadenas las tormentas del año
con un parpadeo de tus ojos desenmascarados.
A ti, mujer, que tus labios son verdes rubíes, no colorados,
ligeros y dibujados con un lapicero del número cuatro
en manos de otro estupefacto.
Contra ti se estrellan mis ansias de existir con desparpajo.
Sin ti estoy como esa estatua: cagado por las palomas,
carente de vida y con cara de alelado.

jueves, 24 de marzo de 2011

LUDWING

Embiste una nube en el ruedo atmosférico contra un toro etéreo
que no sé si es recio. Gotas procedentes de violines caen una a una
provocando resurrecciones, aluviones de añoranzas.
Vibra la primavera por mis altavoces
y me cosquillean las vísceras: ¿de dónde salen
estas gemas de aire que me penetran, a través de los tímpanos
y de las otras membranas? Ahora no oigo notas:
oigo una contienda entre milibares y borrascas.
Veo pastores en la montaña encharcada
de la tormenta huyendo, conduciendo ovejas mojadas y gachas.
Gigantes redondean el contorno con sus panzas.
Risotadas en los metales. Batutas en desbandada.
Flautas sustituyendo gorriones, violines haciendo magia.
Lágrimas queridas, necesitadas, segregadas con ansia.
Celeridad y flema en una misma hornada.
Cuerdas y timbales me regalan otra batalla contra los elementos.
Un andante y dos allegros: tres movimientos
para dejarte quieto, paralítico, eternamente enmudeciendo.
Si Dios existe, habla como tú escribes. Intimo con el universo íntegro
a base de sentir devastaciones. Y por cierto:
no hay adagios que valgan. La orquesta lo dicta, lo proclama:
la vida todo lo conquista y de todo se adueña. Nunca se amilana.
Todo es triunfo. Nada ni nadie engaña. Lo seremos todo sin esperar a cambio nada.
¡ Belleza máxima en los pentagramas ¡
Centenares de neuronas excitadas ordenando entremecimientos.
Pelos erizados recorriéndome entero, escalofríos a mansalva.
Ascensos, descensos, llanuras exaltadas.
Monto sobre melodías de colores encabritadas.
Vivo tantas veces como me frecuentan las corcheas que tan pronto escalan
como resbalan desde cumbres fantásticas.

No cabe más maestría en un semblante serio ni en una semblanza alemana.
No hay mejor culminación para cualquier intención humana.

Para que quiero los ojos si existen las orejas.

Me despierto y me voy a la cama.

(sinfonía nº 6 en F mayor, opus 68 "La Pastoral" de Ludwing van Beethoven)

martes, 22 de marzo de 2011

ERES OSCURA

Eres oscura.

Como el destino de todas las cosas,
como la hora de la sepultura.

Como en la hora terminal.

Aislada en el aislado satélite lunar.

Nueva como la luna nueva.

¿Más sola que la una te quedarás?

Responde tú a la pregunta.

domingo, 20 de marzo de 2011

TRES POEMAS

I

Antes que nada,
voy a citarme en los infiernos
con un fantasma
que quiero cohechar. Me subraya:
- "Qué no hay dinero que valga.
Si quieres más suerte
tienes que venderme tu alma".
Y en las cuesta de las nubes
voy doblando las sábanas.
- "No te voy a vender mi alma.
Toma mis ojos
si te sirven de cobranza"
Impasible,
el fantasma al orden me llama:
-"Tu proveedor soy
y sin luz quedarás".
-"Quedaré sin luz
después de todo.
Me han asegurado que la muerte
vendrá mañana".

(Antes que nada,
voy a enterrarme
para ponerme al resguardo
de las alimañas)

II

Alcanzando la superficie del planeta
me encuentro con dos alevillas, dotadas
con blancas alas, con albinos sustentadores
hechos para que triunfe la algazara.

Qué pena me dan los que transitan
por las variantes que construye la muerte
a escondidas, a hurtadillas.

Muerte, trampa dentada, no la pises
con los pies. Alternativa que se ha visto reflejada
en tus pupilas miedosas. Lágrimas al final,
verdes increpaciones, brotes de ayer,
ansiosos por crecer y crecer. Con espinal
adjetivo la médula que te atraviesa vertical.
Quedará horizontal
cuando yazgas en la sepultura.

III

Ven que quiero tu vida luminosa,
compartir contigo lo que siento,
sacudirme el polvo del tiempo
y construirme una morada más rala.

Ven que quiero tu vida acuosa,
tu desfiladero caminado.
Ven que quiero tu vida terrosa,
tenerte cultivada en la vaguada,
solar de mi próxima casa.

Ven que quiero tu vida toda.
Déjame compartirte
que tú del sol no eres sola.

sábado, 19 de marzo de 2011

AHORA ESTAS LEJANA

En el pasado actuaste
bajo la acción de mis lágrimas.
Un sin querer constante,
un sin poder inacabable
en tus membranas corporales.
Aprendiste bien la lección.
¿Tu mayor enemigo? Tú.
Padezco esa lucha tuya
como si fuera mía.
Es amor. No lo dudo,
no lo dudes tú.
Vivir
lo que nos has vivido
es amor.
El resto de tu predicamento
es un engaño, un horror.
A pesar de todo el mundo,
exhaustivamente todo,
te quiero tener.
Fuera del tiempo y del espacio,
sin sapos atravesados en el esófago,
sin grilletes atenazando mis pies.
Despegar sin alas es peligroso.
Me lo dijiste ayer.
Dudas razonables,
montones de dudas.
Siempre, la sonrisa forzada,
un mentiroso reír
que por dentro no es nada.
Lejana,
ahora estás lejana,
mujer.

viernes, 18 de marzo de 2011

LAS FALLAS DESDE UN BALCON DE LA PLAZA DE ESPAÑA

Gente a raudales. Multitud caminante,
abigarrada, acompasada con el caos circundante.
Titanes de cartón piedra emergen
entre los edificios y los hilos colgantes
que llevan corriente. Son gigantes de vivos colores.
Esperan ansiosos galardones
impresos en estandartes. A sus pies, inmóviles,
escenas formadas por hombres y mujeres,
infantes y animales, vehículos y otros enseres.
Sonrisas semicirculares hay en sus caras,
y portan ojos saltones que se fijan mucho
y sugieren. Monigotes sujetos con maderos,
resignados, que esperan el fuego como mártires.
Suenan explosiones. Una tras otra,
rápidamente. Se suceden por doquier
tímpanos dolientes. Pero vibran los corazones.
Se entremezclan notas musicales
de himnos y canciones. Además, hay pitidos,
ruidos de motores, autobuses y camiones, gritos,
policias y ladrones. Huele a aceite.
Comen buñuelos con chocolate.
Pisan pétalos desprendidos, rosas, margaritas
y faldones. Se topan de bruces con blusones.
Pañuelos a cuadros rodean cuellos
y peinetas se clavan en los moños de las jóvenes.
Niños dormidos en los brazos de sus padres.
Se hace de noche y todavían quedan ejércitos
por pasar delante de la vírgen.
También es gigante. Y mira hacia abajo con ternura
a la fallera que la mirada le devuelve.
Lagrimas se deslizan por su cara maquillada
y desembocan en las baldosas grises.
Dentro de unas horas, todo será ceniza.
Habrán bomberos vertiendo agua en las hogueras
en que se convertirán las fallas, irremediablemente.
Pasó el año pasado. Llegará el año que viene.
Y otros gigantes saldrán zalameros de sus talleres
y, sin mover un músculo, conquistarán las calles.

jueves, 17 de marzo de 2011

HAN PASADO LOS AÑOS

Han pasado los años
en la carretera,
han pasado los años
teniéndote en cuenta solo
o con una o dos parejas.
Y hoy, la luz de lo gris
tiñe mi quietud primera.

Han pasado los años
en las redondas eras,
han pasado teniéndote en cuenta
quisiera o no quisiera.
Poros en mi piel han ardido,
versos han sido bilis
antes de ser escritos,
almanaques de detritos
pegaba en el frigorífico.
Nada me contentaba. Nada era.
Contigo, con tu sabor, con tu idea,
todos reunidos y sepultados
por quebrantos, por estoques
ensartados, por lava
algodonada, por llantos.

Han pasado los años
sin tenerte cerca.
Han pasado los años,
teniéndote en cuenta
abandonado a la espera
de ti, mujer, que me mirabas
caprichosa y nada fea.

Han pasado los años
y conservo las retinas excitadas
presenciando tu ausencia.
Creo capaz al demiurgo
de devolvernos al ruedo rotundos
para ver lo que pasa.

martes, 15 de marzo de 2011

QUIÉN SABE QUIÉN ME MIENTE

I

Verdes miradas rodando
sobre toneles huecos,
salvoconductos caducos, jadeos,
noctilucas y sus azúcares
iluminando estupideces.
Huellas dactilares provisionales,
escurridizos bajeles
navegando los siete mares,
sin alcanzar lo alcanzable.
Se consumen los enfermos
a fuego lento. Sin arena un desierto
hollado por mil desaires.

II

Agito las extremidades queriendo
tocar fantasmas que no hay,
que no veo. ¿Por qué estos pesares?
¿De qué naturaleza están hechos?
Alcornoques revestidos de oídos,
rumores aparcando argumentos.
El farol se apaga, se comporta lóbrego,
desbaratando claroscuros,
cansado de ser observado
por polillas y adúlteros.
No hay cosa más hermosa que mi viraje
y no me reconozco ni dibujándome.
Depresiones atmosféricas
súbitamente, presagian falsos precedentes
a base de lluvias y otras precipitaciones.
Rezar no puedo y no lo echo de menos:
ninguna furia me contiene,
ni revive en mí ninguna simiente,
ni se desata la rabia dormida
en la cavidad de mi vientre.
Horado con las manos en bancales
infértiles donde nada bueno crece.
Únicamente, lánguidas ortigas
y hemorragias faltas de torniquetes.
Me duele más lo tuyo que lo mío,
ahora que las razones palidecen.
Y los dimes y diretes, como los viejos dientes,
se pudren, caen y desaparecen.
En el extremo de las aguas continentales,
cerca de la divisoria, ato rinocerontes.
Y con la despedida definitiva,
las formas se tornan carnes
y las carnes, molares.

11 DE MARZO

(al pueblo japonés)

He sentido,
deshaciendo mis células y mis tejidos,
una ola gigante de sangre
abarrotada de cadáveres.

Quiero y no puedo situarme
en alguno de vuestros negros lugares,
desbordados por la muerte,
para acarrear el barro circundante
y llenar unos cuantos camiones.

Quiero y no puedo trabajar con vosotros
para construir situaciones que os aparten
de los contadores geiger. Nunca el infierno
estuvo tan cerca de la gente.

El eje de la Tierra dicen que se ha movido
a causa de una falla rota y canalla.
Pero yo digo que han sido vuestros corazones
latiendo unidos, que a Newton le han dicho:
en el álgebra de la gravedad hay un error;
la fuerza no depende de las masas
y de la distancia que las separa.
Depende de la esperanza multiplicada por el amor
surgido de las aguas retiradas,
infinitamente más potente
que cualquier destrucción.

De las caras sucias, de los hombros derrotados,
de las lágrimas medio derramadas, de los difuntos,
nacerá un nuevo mundo
para vuestros hijos,
para vuestros ancianos,
para vuestros perros,
para vuestros gatos.
¡ Lo estoy viendo
a pesar de los túmulos ¡

Millones de brazos, piernas y cerebros quedan
para salir de este entuerto, para gritar victoria
como solo lo hacéis vosotros: en formación,
con las manos arriba enguantadas
y una sonrisa en la expresión.

Quiero y puedo abrazaros a todos,
pueblo trabajador.
Quiero y puedo arrancar isótopos
de vuestro interior.
Quiero y puedo apretar mis ojos
como si fuera de Japón.

domingo, 13 de marzo de 2011

AIRE EN MI CABEZA

I

Aire en mi cabeza,
de respiraciones ocultas,
de ventrículos de oxígeno
que se duermen y desperezan.

Aire en mi cabeza,
venido del aire de fuera.

Aire en mi cabeza
con toda su presión,
que no quisiera
que me doliera.

II

Extendidos escándalos,
pequeñas flores vivas
sin artrópodos:
tus manos
tienen esa estructura nívea
que las vuelve vagas
cuando las miras.
Las escalas construidas entonces
tiemblan en el recuerdo,
como los versos de mi cuaderno.
No me cabe el pasado dentro.
Me ha encontrado
este presente cautivo.
De miel me he desangrado
y en la cama sucumbido yazgo.
Respirar ya no es lo mismo.
No entiendo las mismas cosas,
no recreo con tanta facilidad
lo tantas veces visto y oído.
Dichosas y livianas criaturas,
portadoras del máximo querer vivido.
Todavía te siento.
Serás actriz versátil
en tu próximo escenario.
Algo parecido a ser y estar,
al subsistir el cansancio.
No hacer nada pues,
holgazanear hasta el éxito
a su término. Este proceso
no atiende a los lamentos,
ni corrige los errores registrados.
Transcurre todo aceitoso
y mortífero, alejado
de toda buena voluntad:
asumo mi papel de secundario,
el de protagonista
ni leerlo me dejaron.

sábado, 12 de marzo de 2011

PEQUEÑA COSA

Pequeña cosa
que escribo a cortos intervalos
en este papel.
Pequeña - gran - cosa
del ayer que quizás, tal vez,
no asfixie como dice mi pecho.
Pequeña cosa dicha y suscrita,
tallada como una afrenta
en tu cara vulnerada.
Han cambiado las cosas,
las pequeñas y grandes cuestiones
que estaban en mí.
Condenada repetición de la historia,
brutal conquista de la nada.
¿Qué significa este rumbo
- quizás, tal vez -
que condiciona sin existir?
Peldaños verticalmente dispuestos,
ascendentes pasos que no quisiera,
obligado a dar.

Y los doy y, en lo alto,
me encuentro a cualquiera.

Maldita sea.

miércoles, 9 de marzo de 2011

EL SILENCIO DE TU VOZ HA CESADO

I

El silencio de tu voz ha cesado y ha sido un hecho
el derribo controlado de mi corazón que cae entre nubes de lodo.
El silencio de tu voz ha cesado y ha sido un patíbulo fracasado,
aunque antaño fue el artefacto causante de mi primera muerte
sucedida - me he acordado - sobre pétalos falsos que arrancastes a destajo.
El silencio de tu voz ha cesado y has hecho que mis gestos enfermen.
Se han contagiado mis gestos por el contacto
de las larvas que se refugian en tus manos de bella durmiente.
Por fortuna, la nada retrocede y puedo ponerme al corriente.
No encuentro justificaciones para el suicidio.
Las he perdido. Creo que en alguna carpeta las guardo.
El silencio de tu voz ha cesado y has impedido - sin esperarlo -
que yo muera por segunda vez. Por dentro y por fuera.
Al menos es algo.

II

No me retrates con tus pupilas:
tengo sus redondeces verdes
en la dermis de mis sienes.
Dentro del cráneo también,
gélidas y describiendo
circunferencias que palidecen
a tu orden. Son verdes tus ojos.
Los míos lacrimosos
de tan poco verte.

Tenaces pupilas incorporadas
a mi piel: ¡ suceso hiriente ¡
Querría con fuego
deshelarlas y llegar a los cristales
de plata que las forman.
Querría con los dientes
arrancarlas, y apagar la luz
que desprenden y que me mata.
Al fin y al cabo, nada queda
de aquel pasado compartido,
esparcido por el terraplén.
Aquella, tu telaraña de satén,
me soltó al borde del precipicio.
Hoy los cauces de ambos
se entrecruzan, con un caudal
que me ahoga añadiendo estropicios.
Salvarme no sé. Acabaré ahorcado
sin querer, con las horas trenzadas
como sogas. Destaco hoy la huida
como respuesta eficaz y única,
como la última mano
que me queda por jugar.
Trances en tus pupilas interesadas,
resolución en tus andares serenos:
a veces la vida espanta,
a veces propósitos sin freno.

No te tengo,
esperaré otro tren.

ALGÚN DÍA

Algún día,
deshojaremos calendarios que serán
exclusivamente nuestros,
de nuestra única propiedad para tenernos,
para embriagarnos el uno del otro
y unir, una y otra vez,
nuestros cuerpos.

Algún día,
al unísono nuestros corazones
latirán siguiendo un pulso contrario al lento,
como timbales desatados y acompasados
interpretando una sinfonía de estrépitos.
Y se ocasionaran explosiones absolutas
en los dos abdómenes nuestros.

Algún día,
serán derrotados los bienpensantes,
los torquemadas de pacotilla
y los auditores de sentimientos.
Esos que siempre marcan el paso
a los que no son como ellos.

Algún día,
no pesará el pasado vigente y espeso,
ni el presente atenazante,
ni el temor al yerro venidero.
El futuro se nos mostrará diáfano,
sin trazas, plenamente dispuesto.
Nos situaremos por encima
de escombreras y estercoleros,
sobrevolando la ruina
a la que quieren someternos.

Y, entonces, gritaremos de contento:
no me acuerdo de ello ni de ellos,
ni de cuando rebañábamos el plato de la rutina
tratando de encontrar excusas para lo hecho,
corazón para suplir la extirpación,
o terminación al lance que supone
andar tirados por el suelo.

Algún día,
caminaremos cogidos de la mano
a la vista de los que quieran vernos,
cumpliéndose aquel juramento
sellado con aquella docenas de besos.
Al fin, dejaremos atrás el destierro
con el que condenamos a nuestros esqueletos.

Algún día,
te tendré entera y por entero,
extendida en una cama sin perímetro.
Saborearé tus pechos hasta el último aliento.
Besaré toda la superficie de tu piel
con paciencia y con esmero,
para al final ascender al cielo
sin ascensor y sin estar muertos.

Algún día,
dejaré de maldecir insomne y de temer lo peor,
febril por el abatimiento.
Dejaré de mirar para todos los lados
buscando tu pelo suelto.
Dejaré de anhelar sin esperanza
tus dientes blancos y ciertos.
La posibilidad se hará real y coincideremos
para juntar los líquidos fabricados
por nuestros órganos pequeños.

Algún día,
se acabará este frío extremo que siento,
alejado de ti sin pretenderlo,
a todas horas herrumboso
y solitario, como un cine sin asientos.

domingo, 6 de marzo de 2011

NUNCA VS. SIEMPRE

Nunca.
Lleno de odio.
¿ Feliz ? ¡ Mentira ¡
En el cielo que contemplo, ebrio (porque bebo),
no hay luces (porque no las veo).
¡ Una luz soy
bajo este techo ¡
Luz apagada.
Se mostrará
cuando tenga ganas.
Porque las cenizas (las que soy)
son materia inerte potencialmente viva.
Cenizas que alguna madrugada
dejarán de ser luz extinta.

Siempre.
Lleno de vida.
¿ Desgraciado ? ¡ Mentira ¡
Hay alegría macroscópica.
En el cielo que contemplo, sereno (como yo sé hacerlo),
hay luces (porque las veo).
¡ Soy una luz
encendida ¡
Nunca más se apagará.
Porque la luz (ella)
es materia viva infinita.
Luz que, sin dudas, será luz
noche y día.

sábado, 5 de marzo de 2011

EL MAR, EL AZUL

Se me escapan susurros cargados de dolor.
¡ Aquí ¡ - me gritas.
¡ Aquí ¡ - predicas.
¡ En el mar ¡ - te digo.
¡ En el absoluto azul anido ¡
Te he buscado, sublime imagen,
en todos los destinos arribados,
y las ondulaciones constantes
y las trágicas burbujas
me han desorientado.
La veleta de mis ojos, averiada,
me encamina hacia ninguna parte,
nublado
por el blanquecino vapor de tu aliento.
Mis soportes en el aire
son de algodón más cultivado,
mal hilado por tejedoras malnacidas,
sobornadas por el diablo.
¡El mar¡ ¡Ese mar¡
¡El azul¡ ¡Ese azul¡
Todo poeta es una bestia de la palabra,
un demonio portador de sosiego,
de colores rojos, de sangre rebrotada.
Todo poeta es portavoz de los débiles,
de las pupilas encarnecidas,
de las violetas violentadas, de las perdices
cazadas entre matojos y bravuconadas.
Todo poeta vive si sus versos se viven.
Todo poeta quiere ser el mar.
Todo poeta quiere ser el azul.
¡ Grítame ¡ - me escribes.
Y te grito a través de este papel.
Un papel plagado de entrañas reventadas;
un papel terso, con su tinta y su grito,
unidos en comunión
para provocar resoplidos en tus conductos,
sal en tus lagrimales, costes añadidos
a tus productos.
Soy un reptil cubierto de placas entrecruzadas,
con mi pluma como cuerpo,
con mis sílabas como fluidos internos.
De oro es mi ansiosa alma,
aún de bronce prostituida.
¡ Es el mar ¡
¡ Es el azul absoluto ¡
Al mar arrojo mis poemas sin pena
y a su luz, con pena, mi palabra.