domingo, 20 de marzo de 2011

TRES POEMAS

I

Antes que nada,
voy a citarme en los infiernos
con un fantasma
que quiero cohechar. Me subraya:
- "Qué no hay dinero que valga.
Si quieres más suerte
tienes que venderme tu alma".
Y en las cuesta de las nubes
voy doblando las sábanas.
- "No te voy a vender mi alma.
Toma mis ojos
si te sirven de cobranza"
Impasible,
el fantasma al orden me llama:
-"Tu proveedor soy
y sin luz quedarás".
-"Quedaré sin luz
después de todo.
Me han asegurado que la muerte
vendrá mañana".

(Antes que nada,
voy a enterrarme
para ponerme al resguardo
de las alimañas)

II

Alcanzando la superficie del planeta
me encuentro con dos alevillas, dotadas
con blancas alas, con albinos sustentadores
hechos para que triunfe la algazara.

Qué pena me dan los que transitan
por las variantes que construye la muerte
a escondidas, a hurtadillas.

Muerte, trampa dentada, no la pises
con los pies. Alternativa que se ha visto reflejada
en tus pupilas miedosas. Lágrimas al final,
verdes increpaciones, brotes de ayer,
ansiosos por crecer y crecer. Con espinal
adjetivo la médula que te atraviesa vertical.
Quedará horizontal
cuando yazgas en la sepultura.

III

Ven que quiero tu vida luminosa,
compartir contigo lo que siento,
sacudirme el polvo del tiempo
y construirme una morada más rala.

Ven que quiero tu vida acuosa,
tu desfiladero caminado.
Ven que quiero tu vida terrosa,
tenerte cultivada en la vaguada,
solar de mi próxima casa.

Ven que quiero tu vida toda.
Déjame compartirte
que tú del sol no eres sola.

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