jueves, 30 de diciembre de 2010

TIERRAS ALTAS Y BAJAS

Tierras altas
son mis tierras,
tierras de barro
y de labor.

- tierra pisoteada
por las botas de la guerra -

¡ Soy de tierra y polvo
como mi corazón ¡

Tierras bajas
son mis tierras,
tierras de rastrojos
y de calor.

- tierra fenecida
y palabras quietas -

¡ Soy de tierra y polvo
como mi corazón ¡

miércoles, 29 de diciembre de 2010

LUNA DE CARA VÍRGEN

Luna de cara vírgen,
luna de cara pálida.
Tus cejas de mar
y tu boca de agua.

He visto amainar tus cabellos
sin brisa sideral, sin nada.
He visto tus dientes delanteros,
blancos como nevosas espadas.

Verdes tus circulares ojos
que miran y lloran.
Brotan de ellos regueros rojos
formados por sangre helada y sola.

Luna de querencias,
luna de enamorados.
Recítame tu poema
de oleaje acompañado.

lunes, 27 de diciembre de 2010

TRENZA

Trenza roja y tez amarilla.
Una carita de hielo
quebrando la noche.
En la tierra de verde suelo
la han visto nacer.

Trenza gris y tez de muerto.
Una carita de piedra
fabricando mi duelo.
En la tierra vestida de escoria
la han visto caer.

Trenza sin suerte,
trenza sin luz.

Ambas han callado
su llamada a la esperanza.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

TE ECHAN DE MENOS MIS MANOS

Te echan de menos mis manos,
abandonadas por tu tacto.

Yo y ellas,
te echamos de menos tanto
que hay lágrimas frescas en mi almohada
formando pequeños charcos.

No es justa esta vida mía,
diligente para mantener injusticias
y poco presurosa a la hora
de permitir las caricias
que debo repartir por tu cuerpo.

Creo que fabricas el aire que respiro
y, como cerca no te tengo,
me muero en medio del suplicio
que supone estar recogiendo
en sueños los desperdicios.

Me faltan el arrullo de tu mirada,
las yemas de tus dedos haciendo recorridos,
tus palabras excelentemente conversadas
mientras paseamos por bulevares expeditos.

Padezco en el centro,
tu ausencia completa y helada
haciendo de las suyas como si nada.
No sé cómo ni cuándo llenarla.
No sé por qué no se colma con tu espalda
desnuda y a mí juntada, piel con piel,
sin la bayoneta calada.

Te echan de menos mis brazos,
jornaleros en tu olivar blanco,
recogiendo esos luceros negros
madurados sobre tu torso holgado.

Te echan de menos mis manos
y mis huesos hasta el tuétano.

No sé si resistirán mis nervios y mis venas,
sin el acogimiento de tus piernas.

No sé si encontraré la senda,
una vez me pierda entre la niebla.
Lo digo pues el destino no espera a nadie:
me lo ha dicho él mismo, bajito al oído,
- esta misma noche -
mientras escribía medio adormilado
y alicaído, embebido por el letargo.

Mañana por la mañana te echaré de menos,
y también por la tarde.
Te extrañaré la siguiente jornada
y también la que viene.
Se repetirá este esquema recreador
de lo que me atormenta a desgana. Excelente:
me sentaré solo en el banco
a ver pasar la gente.

martes, 14 de diciembre de 2010

BOCA A BOCA

Boca a boca
intercambio
besos por incendios
en los recovecos
de tu cuerpo.

Trenzo con cuidado
maromas, para aferrar
tu transanlántico a alguna
de las agarraderas de mi puerto.

Duele hasta el sufrimiento
el más mínimo de tus recelos.
Abate mi materia
la más pequeñas de tus dudas.
Enerva mi culpa
el más diminuto de mis desplantes.

No puede sentirse más cantidad
y calidad por alguien.
No hay hoguera más inconsumible
que la en mí prendida al escalarte.
No entiendo la vida sin tus suspiros
a media tarde o en plena noche.

No quiero saber nada de nadie,
a no ser que me sirva para traerte
y con mis brazos rodearte,
como hicieron los indios
con los vaqueros en aquel western.

viernes, 10 de diciembre de 2010

SALINA ES TU PIEL

Salina como espuma de mar,
tu piel está entre mis labios entreabiertos
como miel de azahar agradecida.
Labro tu abdomen con golpes de azada impetuosa
y, amasándote paralelo a tu espalda,
sudo en la penumbra
preguntando a propios y extraños,
las razones que tienes para querer
a este poeta que no se acostumbra
a tanta suerte, tras tantos periodos extraños
radicado en la penumbra.
Vencido por tus amaneceres,
con los brazos y piernas abatidos,
mi lengua se concentra en tu ombligo
para prender lo que tienes abajo.
Luego, enseguida, voy camino de tu nuca
siguiendo la hondura que deja tu columna.
Y, poco a poco, a la sed y al hambre
los releva el ansía de estar
metido dentro de ti a perpetuidad.
Y cuando digo a perpetuidad,
uso, intencionadamente,
algo contrario a nunca.
Tenlo presente permanentemente:
no viviré sin ti más
proclamo a los cinco continentes,
aunque tenga que ser como un salmón perenne
llamado a nadar contra corriente sin descanso,
sin remanso donde establecerse.

viernes, 3 de diciembre de 2010

QUÍTATE

Quítate de mi corazón,
que hay alguien ahí fuera
bombardeándome a discreción
con besos siempre diestros,
nunca siniestros.

Aplaza Dama Negra
el día de mi muerte,
que hay alguien ahí fuera
dándole la vuelta
a mi reloj de arena.

Cambia Dios
las condiciones del contrato
que me ata a la Tierra,
que hay alguien ahí fuera
que me ha mostrado
cómo dejar de ser
una alma en pena.

Alumbra fuerte
lámpara eléctrica,
que hay alguien aquí dentro
que, como una polilla,
necesita orientación
ahora más que nunca,
una vez libre de quimeras.

lunes, 29 de noviembre de 2010

MONTAÑA RUSA

Vivo montado en una montaña rusa:
subo cuando sale tu cara blanca de luna
para alumbrarme en la noche oscura.
Bajo cuando abres las esclusas
construidas para evitar futuros naufragios.

Vivo montado en una montaña rusa:
subo cuando me dices que luchas
y, con cada intento, no te derrumbas.
Bajo cuando sólo me dices excusas
de mal pagador, dichas al tuntún
y sin hilo conductor alguno.

Vivo montado en una montaña rusa:
subo cuando piensas en mí en la ducha
y te acaricias con mi recuerdo.
Bajo cuando no puedo tocarte desnuda
y recurro al consabido remiendo.

En el país de los ciegos, el rey es el tuerto;
y el tuerto no soy yo, es mi carcelero,
ése que se refleja en los espejos
sonriendo como un soberbio, sabedor
de lo ocurrido y de lo que está ocurriendo.

Vivo montado en una montaña rusa
y estoy harto. Escucha:
me bajo de este artefacto
no sea que me caiga a mí mismo
el salibazo que esputé rabiando
desde el punto más alto.
Me sobra estatura
para aguantar más sablazos.
Este mensaje te lo lanzo
para que lo esculpas
en tu esbelta figura,
y para que, nunca jamás,
a mí recurras.
Olvídate de mi existencia:
no es un farol, es un edicto
de cumplimiento estricto
para las señoritingas olvidadizas.

Vivo montado en una montaña rusa
y esta vez me apeo,
como un fruta desprendida
del árbol de los sueños rotos,
el que plantaste hace casi veinte años
con la semilla de tu indolencia.

viernes, 26 de noviembre de 2010

POEMA A MIGUEL SOLAZ EN SU 60 CUMPLEAÑOS

Desde el día de tu advenimiento a este mundo,
60 primaveras has visto y saboreado, supongo;
las mismas 60 veces que han reverdecido nuestros corazones,
gracias al presente grato que suponía tenerte otro aniversario,
sano y alegre, esperando con ilusión el siguiente.

60 o más veces, he tenido oportunidad de verte,
de oír tu discurso claro, de admirarte
por tu aplomo nada huraño.
Y 60 o más veces, he tenido ganas
de volver a encontrarme
con tu palabra bondadosa y llana,
dicha a través de tu sonrisa triunfadora
y contagiosa, mirándome desde abajo,
para al final estrechar mis manos de gigante
con tus manos de escribiente,
extrañamente fuertes.

Escuchar es tu deporte.
Aconsejas después de atender callado
el tiempo suficiente, a los que te solicitan
alivio para la mala suerte.
Provees de toda la felicidad que puedes
según las necesidades que te exponen:
a quien te pide poca le das poca,
dándole más a quien más te pide.
Sin importarte una arroba.
Contigo, nunca falta la cantidad de bonanza
que cada pesadumbre requiere
para la vuelta darse y revertirse.
Ya sabes, puedes hacerlo mejor que ninguno:
manufacturas toda la alegría del mundo
y la depositas para distribuirla
en el serón que transporta tu alma.
¿Qué cómo lo consigue, me preguntan? Os lo juro:
repone la alegría que reparte cada día
con nuevas buenas obras y devolviendo
favores inexistentes que se inventa
y nadie le propone.

¡ Coño, que es buena gente, lo proclamo ¡
¡ Que ninguno de los presentes lo dude ¡
Sin faltar una vez, pones por delante a alguien
que no eres tú para favorecer con tus decisiones.
Te retiras si hay dicha a repartir
para que otros salgan ganando.
Eso es lo que más que gusta de ti:
tu disposición completa a dar
y tu renuncia total a recibir.
Y, como resultado de lo expuesto,
envidio la multitud que te honra,
y que yo no tengo ni tendré en mil años.
No soy como tú, ni ése y ni ésa que señalo.
No eres gente corriente.
Perteneces al club de los hombres
de los que se recuerda su nombre.
Hombres derechos y de derecho,
confiados y confiables, que van rectos
hombro con hombro, codo con codo,
como desfilando en las fiestas
de moros y cristianos.

Asimismo, eres un niño grande
con pinta de gitano: menudo eres de estatura
pero no de pecho. De pecho eres inmenso:
cabe en él el universo entero. En él cabemos todos
- estoy seguro de ello - empezando por los tuyos
y acabando con el resto.
No te conformas con sentir cariño:
necesitas amarnos a bocanadas
sin poner ningún precio, sin pensarlo,
abriendo a cualquier hora los brazos
para brindar abrazos y arrumacos,
estés levantado o durmiendo.

Trotamundos te llamaré a partir de ahora,
porque subes y bajas las peñas grises de tu Chelva
con la facilidad de un muflón.
Eres de sangre caliente, lo sé,
te dan igual cuestas que pendientes.
Y arriba en la cumbre,
da igual agosto que noviembre,
te arreas longanizas y güeñas
en un pan horneado a la lumbre:
¡ qué le den por culo a la muerte,
que cuando venga seguro que se divierte contigo
y se le van las ganas de llevarte ¡

Sé que prefieres ser pintor de ordinario
y guitarrista de rondón. Ha sido tu doble profesión
malabarista de números y pastelero de escritorio;
esto último, cuando te daban ocasión.
¡ Eres un pícaro de Calderón del siglo veinte y veintiuno,
eres un Sancho Panza reclamando a Don Quijote su salario¡
¡ Cómo hemos reído con tu forma
de estar en el mundo, con un mismo deje,
firme y tierno, familiar y vagabundo/solitario ¡.

60 por 60 veces en el futuro,
te volveremos a tener
en reuniones como ésta
- o de más escasa concurrencia-
pleno de felicidad y sereno.
Nos seguirás regalando el ejemplo
de cómo se puede vivir lleno y satisfecho
sin necesidad de fabricar falsos cumplidos,
de meterse en entuertos serios,
o perseguir cuartos como un enfermo.

Desde esta lejanía un poco falsa
a la que me obligo, 60 besos te doy en la frente,
en la que, si bien algo despejada,
no hay espacio bastante
para 1000 besos extra darte.
Me obligaría y te obligaría
a darte estos 1000 besos de más,
mas ¿qué pensaría esta gente?

jueves, 18 de noviembre de 2010

CRÓNICA VERSADA EN TRES ACTOS DEL DERRUMBAMIENTO DE MI ALMA

Primer Acto.
Me desprendo de mis gafas graduadas,
me arrimo el catalejo que me regalaron
a mi ojo derecho y, a la vista,
no encuentro el modo que te permita
obtener el formidable conocimiento
que reclama tu retorno a mis brazos.
Salgo por las mañanas de mi casa,
subo al coche, pongo en marcha el motor
y recorro la carretera camino al trabajo.
Nada más llegar, ¿qué hago? Nada en absoluto.
¿Qué quiero hacer? Cosa alguna, te lo aseguro.
¿Y qué único pensamiento hallo?
En todo momento el mismo: un vestigio vago
que me señala los rastrojos por ti dejados
por todos los lados. En ninguna otra cosa pienso,
ninguna otra cosa siento.
Vivo enganchado a falsos recuerdos:
era brisa y yo notaba viento.
Lo arrasas todo como las fuerzas de Napoleón,
al galope, dando sablazos y cañoneando
a conciencia. Y me pregunto,
¿cuál es la solución si un año estás,
al otro te vas y al cabo de una década
me solicitas sin avisar, sin venir a cuento?
Te muestras como una muestra de comercio:
“pruebo el producto para ver si lo adquiero”.
-¿O soy yo la prueba de comercio,
y me he estado todo el rato confundiendo?-

Segundo Acto.
Me he empachado de desamor,
y más dosis no quiero ni puedo deglutir
con este esófago que se cierra a cal y canto.
Muy al contrario: prefiero morir en el intento,
sin tubos ni medicamentos.
Me inclino por comandar en solitario
los destacamentos de mis ejércitos,
una vez perdida la guerra y firmado
el armisticio que me lleva al confinamiento.
(por cierto: como Napoleón
después de su segundo intento).
Me desespero sin medida ni remedio.
Me quemo por culpa de mi vida
aquejada por la tuya. Bomberos,
venir a mi auxilio; acudir a apagarme
o únicamente encontraréis
cenizas a mi persona sustituyendo.
Pobre parcela diáfana
sin fortuna, sin construcción alguna.
Maldita reincidencia inoportuna:
a ninguna persona he visto o tocado,
y con éso me quedo:
con un espectro, con una sombra
en el serón de dentro. Mas solo no quedaré,
espero, y al destino se lo requiero.

Tercer y último acto.
Con la fuerza de un cataclismo repentino
has desvastado al máximo
lo que levanté con ahínco,
sin oportunidad de rehacerlo.
Me has dejado sin nuevos cimientos que cimentar,
sin pilares maestros que levantar
para sostener los fundamentos de otra vida.
No quedan haciendas para cosechar,
ni sufiente margen para proyectar
contenciones a esta locura.
Malvivo y malduermo
en el dominio de una permanente tortura.
Pasan las horas y los días
y no me queda nadie
a quien mi queja trasladar.
No sé nada y lo quiero saber todo
para estar seguro de lo que pasa.
Perezco, mujer de cartón piedra,
perezco al albur de los acontecimientos.
Consumido por completo,
aguardo aniquilado algún milagro
que me sustraiga de tus dos desprecios:
del disimulado y del auténtico.

jueves, 28 de octubre de 2010

ME...

Me vienen a la memoria
tus manos creadoras de infinitos,
artesanas de roces,
sentidas por mis neuronas
como goces gigantescos.

Me impongo la obligación
de atarme a mi escritorio
cómo sea con una cuerda,
no sea que desencadene
colisiones en las carreteras,
con sus correspondientes muertos.

Me rozan los muslos
unas cerezas moras situadas
en la punta de tus pechos.
Quiero seguir el ritmo
de tu labios erizadores
de mis poros y mis pelos.
Y no lo logro, me desespero.
Me agotan las horas
que llevamos aquí dentro.

Me brotan con premura,
a la altura de la cintura,
nuevas razones para amarte
con la máxima profundidad
que permitan las cotas
de tu cuerpo.

Me propongo expandir el universo,
sobrepasar los límites del espacio
dictados por los expertos.
Me preguntas cómo
pienso hacerlo: promoviendo
tu alegría en exceso
y proyectándola hacia el cielo,
con un número de cañones suficientes
cargados con la pólvora de tus sueños.

lunes, 18 de octubre de 2010

RETALES (I)

1

Del fuego del corazón,
decisivo y quemador,
nacerá el calor de la calma,
descongelador de la desesperanza.

Tu presencia
ha sustituido
el órgano de mi corazón.

Si tú lates,
yo lato.

Bombeas la sangre
que circula por mis capilares,
manteniendo firme mi rumbo
frente a las fuertes corrientes
que quieren extraviarme.

2

La ilusión como emoción
alimenta mis pasos hoy,
directo hacia de la disolución de la locura,
de las mañanas oscuras,
de las noches de tortura,
de la ausencia de amor.

3

La magia existe
sin saber apenas de su residencia.
Debemos buscarla con ahínco.
Llamarla por su nombre a gritos.
Poner fé donde no la hay.
Publicitarnos entre las nubes
como sus buscadores irredentos.
Y ella,
fiel a su costumbre y
completamente enternecida,
acudirá generosa a nuestro encuentro
formulando un hechizo bueno.
Y de pronto,
la angustia será querencia,
el insomnio será descanso,
la soledad será especia,
el final será principio,
y los muchos inviernos coleccionados
serán un almacén vacío,
listo para ser llenado
con soleados estíos.

4

Si fuera nuestro último día juntos
lloraría hasta la deshidratación.
El viento esparcería las cenizas de mi cuerpo.
La vida perdería su sentido.
La niebla volvería a ocultar el camino.

No puedo imaginarlo:
demasiada tristeza
para tan menguado caparazón.

5

Repasé el firmamento esta mañana
y no encontré al sol.
Se ha ido a pretenderte,
pues la luna por ti abandonó
y se siente solo
a causa de su decisión.

6

Asesinaría a los duendes y a las hadas
que por un segundo dudaran
que en tu pecho no hay magia.

7

Nadie puede calibrar este amor que siento.
No existe en el mundo
cinta métrica que lo pueda abarcar,
e informar de la infinitud de su medida.

8

Desnudar quisiera
mi liberada alma por tu culpa,
para que comprobaras mis ganas despojadas
de púas y alambradas.

sábado, 9 de octubre de 2010

SERÁS MIS PIERNAS

Frente a los ligeros contratiempos que dan lugar a amores pasajeros,
surgen planetas acuosos que nos arrojan sus atmósferas mal adheridas.
Así se acrecienta la oportunidad de ser eternos en el cosmos.
Ley de leyes, cruzada de los significados, aspirante lascivo y desconsolado.
Amor canalla que, aunque remoto, continúas presente.
Granadas agrias en el sentido del gusto acordándome de tu nombre.
Una daga extraña es mi lengua partida de serpiente al, con palabras, esbozarte.
Pase lo que pase - tragedias comunes o guerras extraordinarias -
te tendré en mis costillas gestando desastres.
Para no perderte cuando de repente te desvaneces,
mis conductos nerviosos permanecen agitados
manteniendo aguda tu huella entre mi cerviz y mi frente.
Sintiéndote en falso próxima,
pervivirá el poeta que escribía sin pentagramas
la música que emitías antes de conocerte.
No eres peso para mí.
Te alojas en una oquedad rellenada con sufrimiento,
de extensión carente. Los días que necesite verte,
inclinaré mi cuerpo hacia delante
y te vomitaré dulce, sin quejarme.
Libre soy y decido quererte,
en contra del edicto promulgado por la ciudadela que habito,
votada por la mayoría de sus defensores.
Dejaré de residir en ella pronto.
Abandonaré, lamentándolo mucho, sus muros protectores.
Y emergeré como bruma madrugadora
para iniciar un nuevo tránsito por el mundo.
Serás mis piernas.
Sin ellas viviría anclado a este regadío de metálicas sierras hirientes.
Necesito tus piernas para galopar sobre la superficie del planeta,
y registrar el espacio creciente entre mi pesar
y aquéllo que lo causa invariablemente.

domingo, 3 de octubre de 2010

TENGO QUE DARTE LAS GRACIAS

Tengo que darte las gracias hoy
por haber iluminado mis habitaciones
clausuradas y de ti guarecidas.
Sus ángulos agudos se han ampliado
para que cupieran en ellos tu ser
y consumada arquitectura.
Igualmente, para ganar el espacio
necesitado por el artesano que restaurará
el mensaje corrompido y sufrido,
con el que he convivido en silencio.
Los espejos y escaparates han vuelto a reflejarme,
más lleno de sonrisa que de llanto.
Se intercala entre mis recuerdos tu figura moldeándolos,
devolviéndoles la forma exigida por alma
para anidar en la cavidad habilitada en el núcleo.

La nostalgia que envenenaba las paredes se ha ido,
dejándose ver su primitiva blancura.
Eres un torrente retornado,
participando del movimiento rectilíneo
que me ha proveído sin ambicionarlo
de este provenir, a la vez temido y codiciado.

Tengo que darte las gracias hoy
por ser tú la encontrada, la más buscada,
la elaborada gracias al empuje de mis anhelos frustados.

Tengo que darte las gracias hoy
por derramar tu agua en mi cama,
por arremolinarse, limpia y clara,
queriendo tragarse la totalidad de mis recelos.

Tengo que darte las gracias hoy
por sanar los cráteres heridos
que poblaban mis tierras de invierno.

viernes, 1 de octubre de 2010

POEMA A LA MUERTE DE MI PADRE

Tuve la maldita oportunidad
de presenciar, con sufrimiento,
tu cara pálida y amarillenta,
sin casi aliento,
demacrada hasta el extremo,
descansada de lado como un cristo,
con la boca abierta y los labios resecos.

Parecías un pez macilento,
fuera de su acuoso terreno.

Y coincidiendo con tu último respiro,
mi esternón se salío de mi cuerpo
clavándose por mi costado derecho,
acerado y frío,
atravesándome por dentro.


En ese preciso instante,
en todos los teatros del mundo vieron
caer los telones sus espectadores.
Y sucumbieron los andamios
que me sostuvieron desde el nacimiento:
los que atenuaron mis pesares
y me daban el sustento necesario
en cada momento.

Cayó un relámpago en mis rodillas
derrumbando mi largo cuerpo,
explotando una tras otra mis vísceras
como petardos falleros,
lanzando con rabia furiosa
sus contenidos al firmamento.

Dejé de alimentar mis conductos
y todo mi mundo se transformó
en un ausencia acaparadora de todo.
Me asiento sobre lodo maloliento,
sin vislumbrar futuro alguno,
detenido por completo,
ante un vacío oscuro y discapacitante,
introducido en una sepultura andante
de aire, de hielo.
Me quedé desprovisto de universos,
de raices, de recursos, de recuerdos.
Me anclé en un minutero parado,
esperándote en vano
sobre el asfalto calenturiento.

Así son las cosas:
te fuiste de mi lado muerto
y yo ahora, sano,
como si nada, respirando,
con la cantidad sobrante de vida
que te faltó
para recuperar el justo resuello,
y escapar así presuroso y resuelto
del aquel trance aniquilador y cierto.

He llorado a voces y tanto,
que mil veces me he vaciado,
sumergiendo mis jornadas
en un océano amargo
que no tiene fin ni atajos
para recorrerlo.

Voy por el mundo con la mirada huida
tratando de encontrar objetos.
Y no encuento ninguno
porque ni veo ni oigo ni siento.

Me dominan luchas homicidas
que horadan bajo mis pies el subsuelo.
Se desencaja de su hueco
el eje de mi esqueleto, al rememorarte
medio inclinado en la cama
de aquel hospital viejo.
Sufro sismos violentos en mis tejidos vivos,
y ambiciono en vano tu regreso,
como lo haría Alicia
a través del espejo.

Mi persona, ya perdida,
estaba construida sobre tus cimientos,
¿qué haré de ahora en adelante?
Te reclamo sin usar palabras todas las noches:
¿me oyes? ¿me escuchas? ¿sabes lo qué pienso?
¿Recuerdas por lo menos?
Cogí tu mano en uno
de tus últimos actos de discernimiento.
La apretaste fuerte como queriendo
atravesar la piel y los huesos.
Hoy sé
que te estabas despidiendo.
Viste a la muerte entrar por la puerta ignífuga
llamándote a filas en silencio,
y sabías que apenas
te quedaba tiempo.

Sé que algún día,
me cogerás otra vez de la mano,
pero con menos fuerza y nada enfermo.
Me conducirás como llevándome al colegio,
como cuando era pequeño,
hacia la última morada hecha
para que yazgan los muertos.
O, quizá, para que vivan de nuevo.
Tal vez, volveremos a conversar
y a mirar tus ojos risueños,
saboreando la eternidad recién regalada
por el que me niego a verlo.
Y miraremos asomados a la barandilla
preocupándonos por los nuestros.

Soy un muerto venidero,
expectante sobre el andén
de la estación de término.
Te espero.

lunes, 27 de septiembre de 2010

DESPIERTA A LA ALEGRÍA

Despierta a la alegría,
tiende al sol tu vida blanqueada
con virutas del jabón de la esperanza.
Dile a tu corazón
que lata más deprisa
y que rebose
todos los electrocardiogramas.
Abre los brazos
y lo dedos de tus manos
como si fueran alas.
Después,
cierra los ojos
y siente del viento la fuerza
empujándote hacia arriba,
y vuela rauda a tu destino
sin hacer ninguna escala.
No eres una fábrica de tristeza
sino de alborozo y algarabía,
como una fiesta gitana.
No te hagas caso,
empapada como estás
con la oscuridad
del final del día.
No te des crédito alguno
cuando no seas tú.
No te reconozcas en el espejo
cuando no te deslumbre la luz
que proyectan tus pupilas.
Embiste furiosa
contra los batallones
de la Nada tirana.
Demuestra que la venciste antes
y la vencerás ahora
en los campos de batalla
en que se han convertido
las estancias de tu cuerpo
y de tu morada.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

LECCIÓN DE HISTORIA SAGRADA

Un día de aquellos, cuando antaño, en el justo momento que la civilización urbana daba sus primeros pasos, Dios bajo al mundo y adoptó la forma de un mendigo harapiento. Iba arrastrando el maltrecho cuerpo con que el se había dotado por las cercanía de una diminuta aldea ubicada en un valle perteneciente a una de esas civilizaciones antiguas del creciente fértil que se estudian en las clases de Historia Antigua (claro).
Muy de mañana, pasaba por allí un labriego que se dirigía, azada en el hombro, a laborar en sus campos. Al verlo, Dios llamó su atención levantando la mano derecha (claro) y le dijo:
- Buen hombre, ¿me reconoces?
El labriego, alzando la vista y con la voz todavía ronca a causa del madrugón, le contestó.
- La verdad es que no caigo.
Dios, un tanto enfadado a causa de la frustración provocada por la respuesta del labriego, intentó hacerse entender.
- Soy el Dios único, el creador del cielo y de la tierra, el sustentador de lo existente, el que administra el Universo desde el principio hasta el fin de los tiempos, el que recompensa al que cree en mí, y el que ocasiona la ruina y la destrucción al que reniega de mí.
El labriego, al escuchar esas palabras, frenó en seco su marcha. Enderezó su columna vertebral y adoptó una postura de alerta. Con la voz ya más clara, respondió a Dios con todo el sentido común que fue capaz de acumular.
- Si no eres el Dios único y sólo un pobre loco, te pido que me dejes en paz ya que el sol ha salido, debo aprovechar el día y no tengo tiempo para tonterías. Si, por el contrario, eres el Dios único, no puedo creer en ti aunque quisiera. Pertenezco a una cultura y a una etapa de la Historia en los que el politeísmo domina por completo la estructura mental de la gente. El monoteísmo no ha sido inventado todavía, como bien sabes. Así que si quieres tener más éxito en esta época, o aceleras la historia desde atrás y vuelves a pasar por aquí, o apareces dentro de unos siglos cuando estemos preparados para creer en ti. Pero por favor, hazlo cuidando un poco más la imagen. Ya sabes a lo que me refiero: discurso atronador, columna de fuego, zarza ardiente, ... cosas así. Mira: te recomiendo el rayo fulminante. Creo que es deslumbrante a la vez que persuasivo.
En la aldea nunca supieron lo que le había ocurrido al labriego aquella mañana que marchó a laborar en sus campos, pero nunca más lo volvieron a ver. Lo buscaron durante días, y lo único que encontraron fue su azada caida junto a un pequeño pequeño montón de cenizas negruzcas.
Algunos centenares de años más tarde, un tal Abram que vivía en Ur salió con toda se familia rumbo a Canaan porque Dios se lo había dicho. Claro está, se había aparecido como el mismo Dios manda, con dos cojones, imponiéndose con un habla impostada y campanuda. Dejándose estar de encarnaciones inapropiadas, mostrándose como el ser invisible y omnipotente que es. En definitiva: que no fue necesario fulminar a nadie.
Y hasta hoy.

sábado, 31 de julio de 2010

LLAMA LA VIDA

Llama la vida a la puerta
que abre mi vientre
a tus corrientes de aire.

Calcinando telas y retales,
viene traicionero este canto amargo
transportado en el folio y en la sangre:
viene proclamando el grito
que provoque el alud desde la cumbre.

Oigo el grito y la algarada de los animales,
el susurro de los alacranes,
la herrumbre desprendiéndose:
soñarte, sin duda,
me viene grande.

Me ordena marcial el pasado
que resguarde mis añoranzas
de sus estertores,
que escape por ningún lado
de la reclusión de mis temblores.

Reparar me manda la cordura
aquel cercado de corceles,
listos para galopar a ciegas
sin ninguna de las verdades
que me convienen.

Llama la vida a la puerta
que abre mi vientre
a viejas y eternas soledades.

José Andrés Pérez Serrano

jueves, 29 de julio de 2010

PASEO ESTELAS

Paseo, entre estos papeles detenidos,
las estelas trazadas por mis fracasos,
todos augurados y acontenidos,
por decenas acumulados y sufridos.

Digo arrastrar las estelas de mis fracasos
por regiones dormidas, enmohecidas,
diáfanas en mi periplo,
horadadas por deseos encarnados en insectos,
buscadores de historias soterradas y proscritas
que no me constan por decoro:
ya está dicho.

Entre fobias y paranoias
paseo las sentencias dictadas por el Santo Oficio,
ése que sembró tormentos hace tiempo,
que con nocturnidad coseché,
y con alevosía cosecho
y transcribo.

Paseo los reveses coleccionados
en tantos caminos escogidos,
porque me dicen llevar a cerraduras
que abren puertas que nunca veo,
que nunca adivino.

Paseo desperdicios de precio desorbitado
entre supuestos camposantos
de cadáveres mal dinamitados e imprecisos:
¿son cadáveres muertos o vivos?,
¿son cadáveres deficientemente enterrados
o parcialmente revividos?.
¿O no son cadáveres
si no instantes
malogrados sin pedirlo?

Paseante de minúsculos ostracismos:
esta condición es mi padecer
y la fuente de mi hastío.

José Andrés Pérez Serrano

martes, 27 de julio de 2010

FALTA Y SOBRA

Faltan las horas a mis relojes,
las hojas verdes
a mis árboles agonizantes,
el vapor de agua a mis nubes,
el ser
a mi nada delincuente.

Le sobran horas muertas
a tus relojes,
hojas secas
a las piernas de tus árboles,
precipitaciones
a tus nubarrones de anteanoche.

Le sobra todo
a tus respuestas de siempre.

Me faltas tú
y te sobro yo:
listo el instrumental
para hacer la autopsia
a la serpiente.

Calla:
ni verte puedo,
si quiero quererte
a pesar de todo.

José Andrés Pérez Serrano

lunes, 19 de julio de 2010

NIÑO CHICUELO

Niño, chicuelo:
¿a dónde vas tan presuroso?
- Corro - me dice - corro.

Niño, chicuelo:
¿por qué corres,
locuelo?
- Corro, corro - me dice -
a jugar en el cielo.

Niño, chicuelo:
dime, ¿dónde está el cielo?
- Corro, corro - me dice -
apenas me queda tiempo.

Te fuiste a morir pequeño,
niño, chicuelo,
y tu mirada se cerró
buscando yo
lo que tú has encontrado
corriendo.

José Andrés Pérez Serrano

jueves, 15 de julio de 2010

NOTICIAS DE TI QUE NO TENGO

Noticias de ti
que no tengo,
publicadas lejos
donde no las leo,
fuera del alcance
de mis celos,
de mis besos.

Sin saber nada de ti
yazgo cada noche
junto a la desesperanza
que habita nuestra cama,
sustitoria de aquella dicha
con amor transpirada.

Todas las horas de mis jornadas
se convierten en renuncias ocasionadas
por tus ausencias adheridas
a la rutina diaria.

Porque todo lo constituyes tú.
Sin ti, la nada me amarra
al irremediable destino
de los fantasmas.

José Andrés Pérez Serrano

miércoles, 7 de julio de 2010

COMO LA LUNA

Como la Luna,
como nuestras sábanas tendidas recién lavadas,
centelleas.

Como la Luna,
erguida como una diosa de marfil recién desnuda,
hielas.

Como la Luna,
blanca como la Luna blanca,
centelleas, hielas,
quemas.

José Andrés Pérez Serrano

lunes, 5 de julio de 2010

EL SILENCIO DE TU VOZ

El silencio de tu voz ha cesado y ha sido un hecho
el derrumbe repentino de mi corazón
envuelto entre nubes de polvo.

El silencio de tu voz cesante
ha construido un patíbulo para mi muerte
entre pétalos resecos y mal traidos
en solares arruinados y seniles.

Desgraciadamente,
la angustia no retrocede.

No tengo justificaciones suficientes para el suicidio:
las perdí hace tiempo.
Curioso: son irrecuperables.

El silencio de tu voz ha rebrotado impidiendo mi muerte.
Por dentro y por fuera.
Así que ya sabes:
calla y haz guardia
ante mi cadáver.

José Andrés Pérez Serrano

domingo, 4 de julio de 2010

TIERRAS ALTAS

Tierras altas
son mis tierras,
tierras de cardos
y de labor.

- tierras pisoteadas
por guerras y guerreras -

Son de carne y polvo
como mi corazón.

Tierras bajas
son mis tierras,
tierras de cadáveres
bajo el sol.

- tierras con la espalda
vuelta hacia Dios -

Son de carne y polvo
como mi corazón.

José Andrés Pérez Serrano

viernes, 25 de junio de 2010

BATALLEANDO

Batalleando contra mi desastre
- el que viene cesando -
no he deseado la victoria.

He deseado, por el contrario, oscurecer
- y he continuado sangrando -
las luminarias de mi memoria.

He deseado ser alborada,
lucero matutino y vespertino a la vez,
corcel con las crines al vuelo,
venas y arterias centelleantes.

Pero no puede ser.

Soy soledad caediza exclusivamente,
a modo de lluvia torrencial
o catarata triunfante.

Tengo en este papel
- calladamente -
escrito un poema
de sílabas finales
asonantes.

Y me tienen llorando sin consuelo
dando a luz letanías
y epitafios estimulantes.

José Andrés Pérez Serrano

sábado, 19 de junio de 2010

VISTO EL DESTINO DE LOS MORTALES

Visto el destino de los mortales,
escrito en la piel,
áspero y lacerante,
transportado ayer
por el nacer de los nacientes.

¿Qué tienen los niños?

Las ganas de ser.

¿Qué ser?
¿Quién ser?
¿Cuándo ser?
¿Por qué ser?

Regalan a pie de cuna
personas de papel.

Supone ganar o perder,
ser de otra manera o no ser.
Y no ser es no estar,
o sea, morir,
dejar de existir
como cosa original.

Pretensión tormentosa en ciernes,
escritura química y doliente.

La sangre con letra entra.

Pues que bien.

José Andrés Pérez Serrano

miércoles, 16 de junio de 2010

PATRIA

Patria.

Por lo masacrado,
por lo sufrido,
por la historia amañada,
hoy
no te queda mañana.

Patria.

Espadas de estercolero,
pirámides de cadáveres,
solar con toneladas de muertos.

Patria.

Alcantarilla de las ratas,
desilusión de los pies descalzos,
asesinos a mansalva.

Patria.

No anhelada,
no añorada,
no asumida,
no avalada,
no libre de alimañas.

Patria.

Promesa de la nada,
escuchas demasiado tarde
y callas.

Patria.

Ahora
no seas,
no quieras,
no puedas,
no debas,
no hagas.

Todas la viudas andan amotinadas,
enlutadas con sus propias lágrimas.

José Andrés Pérez Serrano

domingo, 13 de junio de 2010

EPÍLOGO

Como irregular dispositivo me defino,
mediocre representador de trayectorias insolventes.
Lo irresoluto, irresponsable e irreverente me caracteriza;
lo irreal, ilusorio e incapaz también me representa a veces.
Una ironía irracional de lo que pude ser soy, nada más,
con resignación me lo digo.
Incurrí en falta e inculpé al oráculo
en un repentino arrebato inconsciente. Es verdad, lo admito.
¡ Increíble ¡ Me lo han recriminado mis inquisidores.
Un inconveniente insano, un incordio incorregible.
Que la razón me guíe - he pensado.
Pero subsiste mi inclinación a la interrogación
que supone la incógnita correspondiente.
La respuesta que dé resultará incompetente.

La realidad adquiere carta de naturaleza: es un vacío melodrama.

Sin hábil creador, sin memoria retenedora y contenedora,
sin mensajes que transmitir. Membranas protectoras busco,
no melodías para escuchar en tu regazo o palabras afectuosas.
De color totalmente apagado, primerizo tizón encumbrado,
el mundo percibido así, al fin y al cabo.
Defecto, dedo, deducción. Declives en el devenir del tiempo.
Vivo en un decorado sin decoro real,
sin decrecer la etiqueta,
sin obedecer al protocolo.
Me aplico la edad avanzada
hasta encontrarme tempranamente decrépito,
igual que los seres llegados a su última decadencia.
Decreto el decúbito de mi cuerpo fenecido,
decurrente respecto a la horizontalidad del suelo.
Dedico esta falange extendida a la deducción citada,
consecuencia de mi defecto por defender lo indefendible:
la defenestración, la inevitable decepción,
la cuadratura del círculo fantaseada e imposible,
la lógica cuajada durante la moderna historia del pensamiento
ordena y manda, todo el mundo lo sabe.

¡ Convencionalismo todo ¡ - grito.
¡Fruto de los interesados y las grandes motivaciones ¡
Un ajuste que se hace necesario pues una convergente solución te reclamo.
Con un par de palabras sera suficiente.
No hay prisas, que la cita dure lo que dure.
La conversión por si es lenta, difícil de resumirse.
Confusión, veo confusión. Sin control me hallo,
con riesgo de sufrir futuras contusiones puedo verme.
Convaleciente después tendría que esperarte.
Firmo el armisticio:
me dejaré convencer esta tarde,
por ella,
mi contrincante.

José Andrés Pérez Serrano

sábado, 12 de junio de 2010

PENSAMIENTOS (I)

La más de las veces
el dolor es la antesala de la dicha.
---
Filosofar sobre la vida lo hace cualquiera.
Sólo los intrepidos viven según su filosofía.
---
El dinero se gana o se consigue.
La felicidad se conquista o se alcanza.
---
El que persigue el poder
se pasa la vida
persiguiendo a sus dominadores
para dominarlos.
---
Querer es desear de corazón
la felicidad de la persona que camina a tu lado.
---
Mirar el mundo y la vida con la mirada de otra o otro.
En eso consiste, en la práctica, el amor.
---
La envidia convierte al envidioso en esclavo
del envidiado o de lo envidiado.

martes, 8 de junio de 2010

HA VENIDO LA MUERTE

Ha venido la muerte
como un ejecutor de aire,
con su guadaña recién afilada
requiriendo derrames urgentes.

Ha venido la muerte a visitarme,
educadamente,
como siempre lo hace.

No quiero ser un cobarde:
aunque que le voy a hacer,
si sólo soy un pobre viajante
sin mercancía para ofrecerle.

Ha venido la muerte
planeando transportarme.
Marchará de vacío, lo sé:
cuando se trata de mí
siempre lo hace.

José Andrés Pérez Serrano

viernes, 4 de junio de 2010

QUE SE ABRA EL AIRE

Que se abra el aire
como materia acobardada,
como cordón umbilical roto,
como rosal arañador
y bayoneta escasamente calada.

Que contenga el éter mi dolor,
que lo fermente y consolide.
Que mi mente se desmenuce bajo el cielo raso
y siembren sus pedazos
en surcos abarrotados de peste.

Que destruya el azufre el oxígeno circundante,
vital para negociados, funcionarios y expedientes.

Que no se aproxime aquel apego extraño
que esculpió mis rencores derribándome.
Que sea el mundo un planeta amargo,
que no me apuñalen con ninguna navaja
de corales excelentes y largos.

Que resuciten los muertos uno a uno
y que caminen sobre escualos.

Que lloren mis ojos sin razón aparente.
Que se solucione el estropicio causado
en un corto rato y sin paños calientes.

Que una neblina cualquiera y una luna apabullante
digan a mi mente: calcula el cociente
entre tanto pasado y tan poco presente

Que un estertor prematuro me cubra con su finitud.
Que se apaguen mis retinas de repente.

Con rabia contenida,
con mordeduras de serpientes,
que mi sabia hirviente
invada todos los altares,
con sus hostias consagradas
y sus clérigos consagrantes.

Espinas trasplantadas desde otros tallos,
que hincadas para doler no son dolor:
son toros de espuma exorbitante,
furia de los mares,
nada ordinaria y siempre inconveniente.

Con voz moribunda,
con tinta en la sanguínea corriente:
que no, que no quiero los cuchillos
que en canal me abren para venderme
a la mejor puja de carne.

jueves, 3 de junio de 2010

FRENTE A FRENTE

FRENTE A FRENTE,
ejércitos de inocentes
con flechas hincadas en sus costales.

Sangre por los grifos abiertos
por los gobiernos de las naciones.

Martillos contra martillos,
puños de huesos contra dientes.

Ejércitos armados por contables
de estertores y rebosantes cuentas corrientes,
a las órdenes de tiranos trajeados
y elegantes,
sin mancha de sangre en las corbatas
ni en los ribeteados manteles.

Cuando los inocentes derribarán a esos tiranos
traficantes de tantas malas vidas y tantas miles de muertes,
sin olvidar vaciar sus cuentas corrientes,
que es lo que más les duele.

José Andrés Pérez Serrano

martes, 1 de junio de 2010

Y YO QUE PENSABA QUE NUESTRO ENEMIGO ERA EURASIA...

Por José Andrés Pérez Serrano

Escuchando y leyendo alguna de las últimas declaraciones perpetradas por miembros del gobierno español, con las que han tratado de justificar el recorte social, me he acordado de un concepto estructural de la novela 1984 de George Orwell: el doblepensar.

En pocas palabras, el doblepensar consiste en considerar conscientemente verdaderos tanto un argumento dado como su contrario, y supone un mecanismo psicólogico esencial para convertir la propaganda en motor dominante de la personalidad de la gente. Y la que mejor ha ejercitado el doblepensar es, sin duda, la vicepresidenta Salgado cuando ha hecho, voluntariamente suyo, el último informe de la calificadora Fitch para defender la bondad de la inminente reforma laboral (diría yo liberal), que se va a dictar por decreto. Una agencia calificadora que, hasta hace muy pocos días (diría yo horas), era definida por la Moncloa casi como el Anticristo anunciado en el Apocalipsis de San Juan.


No olvidemos que una de las almas que conforma la socialdemocracia moderna es leninista. Lenin militó en el Partido Obrero Socialdemocrata de Rusia y compartió postulados (y disputas) con Martov. Ambos pensaban que la militancia en un partido obrero exige disciplina en todos los órdenes: orgánico, ideológico y, como no, mental. Sentido de la disciplina que debía trasladarse a las masas, como parte esencial de la titánica tarea que implica ejercer de vanguardia de la clase trabajadora, ya sea por legitimidad revolucionaria o electoral.


Porque el problema radica en cómo disciplinar a las masas; no nos equivoquemos. Todos sabemos que el fundador de la patria soviética fue capaz, en meses, de pasar intelectual y políticamente del comunismo de guerra a la NEP (Nueva Política Económica en ruso), que no era otra cosa que sustituir el principio de la propiedad social de los medios de producción por un pacto con la pequeña y mediana burguesía, la eterna enemiga a batir. A partir de este giro copernicano, el pueblo dejó que quemar almacenes y ultramarinos para terminar pidiendo la vez en los almacenes y ultramarinos que todavía quedaban en pie.


Siguiendo los dados pasos de Lenin no sé cuantos años más tarde, la socialdemocracia latente y batiente de José Luis Rodríguez Zapatero, le ha empujado a pasar de encamarse con las centrales sindicales, a romper con ellas de la noche a la mañana poniéndole los cuernos de paso con los intereses globales del capital librecirculante y librepensante; representado por el FMI, Merkel, Sarkozy, Obama, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el sursum corda.


La economía española no se encuentra intervenida desde fuera. Se halla intervenida por el doblepensar que es propio del PSOE, que no sólo es capaz de cambiar sin solución de continuidad de coligados antagónicos; sino que, además, de no sentirse culpable por ello y, además, de demonizar a los que le criticamos por no practicar la valentía política con los poderosos.


Resulta que ahora nuestro enemigo es Asia Oriental. Y yo que pensaba que nuestro enemigo era Eurasia…

No importa: sigamos amando al Gran Hermano.

lunes, 31 de mayo de 2010

TENGO QUE DESUNIR MIS MANOS

Tengo que desunir mis manos
de la cálida colina
en la que han dormitado tantos.

Interpreto la vida sin ensayos,
me ausculto y me nutro del pasado
para ver como me abandono
aunque vea suficiente la salida
por la que no cabe el transcurrir
amargo.

Gime mi arado herido
labrando el futuro campo
campo mil veces maldecido
campo mil veces enamorado.

Tengo que desunir mis manos
de la cálida colina
en la que dormitan tantos.

Un río me fluye dentro
enfurecido y encabritado
un río que me habla con estruendo
de la mentira de mi llanto.

Desemboca el acusador río
fuera de mi piel evacuando.
Se queda por fin vacío el río
si te fijas
esperando algún resultado.

Tengo que desunir mis manos
de la cólida colina
en la que dormitarán tantos.

Redimido rompí las cadenas
que me esclavizaban al mando
de la voluntad enferma
que llenaba el espacio.

El agua alboratada y restante
se acumula en este lado del papel.
Las letras escritas
me gritan en tropel:
¡ Adelante,
que nada cause
la pérdida de tu querer ¡

Tengo que desunir mis manos
de la colina terminal
en la que de amor
han muerto tantos.

José Andrés Pérez Serrano

jueves, 27 de mayo de 2010

RETUVE TU CARA

Primero retuve tu cara
y, enseguida, recordé tu nombre.

Después quise morder tu boca,
forjadora de diamantes.

Más tardé alejé de mí mis ojos,
escarlatados por tus desplantes.

Finalmente fui un falsario siempre,
porque quererte quise
y no quererte pude
en ninguno de los instantes.

José Andrés Pérez Serrano

martes, 25 de mayo de 2010

NO QUEDAN ARRABALES

Acabada la libertad,
los penúltimos hombres se esconden,
hartos de bramar la verdad
que otros desoyen.

En el autobús de la letanía,
dejando su racimo de humo,
parten libros y librerías
que atrás dejaron los suyos.

Por allá el último se aleja
sin contratiempo,
rumbo al oriente final.

Y ni nada ni nadie
se queja ya.

No quedan arrabales
que liberar.

José Andrés Pérez Serrano

lunes, 24 de mayo de 2010

NO ALCANZO A VER TU ORILLA

No alcanzo a ver tu orilla:
el océano es tan amplio,
tan anhelado,
tan árido.

No alcanzo a ver tu orilla:
la nada es tan amplia,
tan justificada,
tan aúrea.

No alcanzo a ver tu orilla:
mi barca, tan femenina,
coge la forma de tu cuerpo.
La uso para pescar fulgores
con tus cabellos expertos,
soltándolos libres y arremolinados
en caladeros inciertos.

No alcanzo a ver tu orilla:
mis párpados caen sobre mis ojos
presenciando el oleaje en ascenso.

No alcanzo a ver tu mentira
y tengo una lágrima de carne en el pecho,
que si se descuelga
me muero,
que si se escarcha
me duelo.

José Andrés Pérez Serrano

jueves, 20 de mayo de 2010

TU MANO

Quebradiza mano la tuya,
la de agua y fuego,
la de metal,
la de cristal,
la portadora de luegos
preñados de posteridad.

Aduladora mano de ola,
la de calma chicha y huracán,
la de dulces de sal,
la tuya,
la blanca de prieta luna,
la que flota como una pluma
sobre mi poesía
y la mar.

José Andrés Pérez Serrano

miércoles, 19 de mayo de 2010

RECORRO INERME LAS CALZADAS

He visto en el espejo esta mañana
la más solidificada de las tristezas
trazada en mi cara,
ocasionada
por los funestos azúcares
de los ayeres contigo compartidos.

Igual
el cómo rescato nuestros encuentros del olvido
no es el modo más apropiado de hacerlo.

Ni de eso se ocuparme:
ni de mi propio cerebro.
Tras el eje roto,
el más postrero desconcierto
entero,
completo.

Enfurecido,
desarbolado,
vencido
me siento por tu reciente
y voluntario destierro.
Desnudo fantaseo
sobre tu desnudo cuerpo,
desaparecido
desde ni me acuerdo.

Saltarines y andarines mis intestinos,
resueltos a entrelazarse los tengo.
Con palabras bravas increpo a luceros y planetas,
por no proveerme de sueños indoloros,
protagonizados por los dos,
cogidos de la mano,
de los dedos anudados,
excelsos,
quiméricos,
trufados de ventura.
No muertos.

Recorro inerme las calzadas
que me toca recorrer.
Refunfuñando,
resignado,
exhalando quejosos bufidos.

Y a más ver.

José Andrés Pérez Serrano

lunes, 17 de mayo de 2010

ALMA DE TIERRA

(a la Serranía)

Tengo el alma de tierra,
de la tierra que se nutrió
mi infancia y mi adolescencia.

Tengo el alma de tierra,
de aliagas y de sierras,
de peñas y de siembras.

Tengo el alma de tierra,
pobre pero rica,
amada pero olvidada,
sujeta pero suelta.

No mueras tierra
o morirá mi alma
con tu tierra muerta.

José Andrés Pérez Serrano

viernes, 14 de mayo de 2010

SUDOR

Somos lo que somos:
trabajadores por la mañana,
consumidores por la tarde
y televidentes por la noche.

Y, después,
quién puede dormir
duerme.

Nos fabrican lo que nos comemos
y los que nos creemos.
Diariamente, un mensaje nuevo
pero muy viejo:
"Harás lo que quieras
siempre que sea lo correcto.
Ni se te ocurra construir
futuros nuevos.
Tonto:
el futuro es nuestro,
como lo es el presente,
como lo fue el pasado,
como lo es todo,
lo de fuera y lo de dentro".

Somos como niños de pecho
a los que les cuentan un cuento
y se quedan satisfechos.

Nunca lo olvidemos:
hay traidores por doquier,
arribistas sin corazón,
políticos de postín,
incombustibles en su quehacer
acaparador y jodedor.

Así que a resumir:
utilicemos nuestro sudor
para expulsarlos de nuestras vidas.
No nos queda otra opción.

José Andrés Pérez Serrano

miércoles, 12 de mayo de 2010

DEBÍ CALLAR

No pongas esa cara
que tus ojos te delatan.
Ven,
que no deseo verte
tan asomada a la ventana.

Bueno,
que más da:
no has querido tener
la paciencia necesaria.

No digas nada:
con frecuencia
la disculpa
es la excusa más pronunciada.

Si te dije lo que vi
es porque de mi boca se escapa
sobre lo que no puedo mentir.

Ahora pienso:
debí callar.

Mejor callar
que desenvainar la espada.

José Andrés Pérez Serrano

INTERIOR


Título: Interior
Autor: José Andrés Pérez Serrano
Año: 2002
Dimensiones: 50 x 70 cms.
Técnica: acrílico sobre cartón.

TENERTE COMO TE TENGO

Tenerte como te tengo,
soñarte como te sueño,
es edificar con las manos
una atalaya de plumas y espejos.

Tenerte en un hueco,
en un escondite aquí en medio,
resucitando como la larva
de una crisálida de miedo.

Tenerte como te tengo,
soñarte como te sueño,
es gritar una mentira,
es gritar que no te quiero.

José Andrés Pérez Serrano

lunes, 10 de mayo de 2010

NO QUERETE MÁS QUISIERA

No quererte más quisiera
más que poder hacer
si no puedo de mí
arrancar tu piel entera.

No sentirte más quisiera
más que poder llorar
o gritar
o desesperar
o expulsar de dentro a fuera.

No dolerte más quisiera
más a que cirujano convocar
para extirpar de mi corazón
la mordedura que de ti me queda.

José Andrés Pérez Serrano

sábado, 8 de mayo de 2010

LA PALABRA FELICIDAD SE QUEDA PEQUEÑA

Que me hayan mirado tus ojos ha sido
bálsamo de Fierebrás,
más incluso que bálsamo
azúcar para tomar.

Y tu cuerpo,
además de azúcar para tomar y gozar,
me sirve para escuchar
el oleaje del mar
que hay en tu respirar.

Nos encontramos
tras muchos años de transitar
y, sin más,
se vieron juntas nuestras almas
y no se quisieron separar.

Nombrada tras poco tiempo
primera magistratura de mi estado;
apenas un transcurrir enano
y ya lo significas todo.

Y ya nada me pena.

La palabra felicidad,
créeme,
se queda pequeña.


José A. Pérez (Bétera, 1999)

miércoles, 5 de mayo de 2010

POEMAS A TU ALMA VISTA

I

No siempre
habita en el cielo la luna.

De tarde en tarde
toma tierra
deslumbrante.

Para lucir como nunca
y embaucarme.

No es la luna:
me engañaste.

Es tu rostro sonriente,
siempre en creciente,
nunca en menguante.

Como mi alegría al hallarte.
Como mi alborozo al tenerte.

II

Opción sobrevenida
para alojarme en la dicha,
consecuencia de tu compañía,
madre de días grandiosos,
procreadora de caricias.

Sobreviviendo te situaste,
frente a mí como esposa en proyecto,
para evitar así una escandalosa caída
desde lo más alto hasta el infierno.

Elegiste por fortuna mi elección.
Por ventura te aventuraste más allá de la frontera
embadurnada de pasión.

A tu espalda quedó el noble mineral,
cristalizado con ahínco
durante dos años más cinco.

III

¿Quién me quiere querer
como yo no sé querer,
acabándosele el poder querer
por puro cansancio?

¿Quién me quiere tener
como yo no sé tener
por antiguos agravios?

¿Quién me ama
como yo deseo amar
desde hace demasiados años?

martes, 4 de mayo de 2010

UN CONSEJO PARA QUE EVITEN EL DESCALABRO LOS AMANTES PRIMERIZOS

Lo bueno viene inesperadamente,
casi siempre,
a invadir el alma de la gente:
a colapsarla,
a no dejarla transpirar.

Y vosotros sois gente.

Lo bueno y lo malo se parecen pues:
cuando llegan lo hacen sin avisar,
sin detenerse a pensar,
como la travesura de un niño.
Llegan bajo la forma de imprevisto incontenible y absoluto,
cegador,
acaparador,
colmándose el pánico.

Prescribir sosiego en momentos de desasosiego
es una pérdida de tiempo,
una contradicción,
es como dar palos de ciego.

Acostumbrar a vuestra impaciencia a aguantar el tirón,
acostumbrar a vuestros estómagos a digerir
ese empacho de felicidad
que a veces os va a costar creer.

José A. Pérez (València, 1994).

lunes, 3 de mayo de 2010

CALENDARIO

Tarde ya es tarde,
sol ya es sol,
mira tu huella,
huella que eres huella
de la luna al navegar.

Sabe a día caido,
a atardecer mojado.
Reloj ya es tarde,
tarde mira el reloj.

Suena lejano
el cantar de un desconocido.
Usa ya usa,
la luna el soñar.

Detalle que es detalle
la nube al pasear.
Escarlata es la faz
de su fulgor en la mar.

Tres que son tres,
días que días son.
Tarde ya es tarde
tres días al caminar.
Calendario, ¡ es calendario !
semana de soledad.

José A. Pérez (Burjassot, 1982).

domingo, 2 de mayo de 2010

NOSTALGIA

La nostalgia que me embarga
- también la impotencia y el miedo -
cuando te tengo imaginada en mi mente,
falsea mis versos
dejándolos desprovistos de poesía.
Es irreflenable este impulso que me hace
prostituir las palabras que escribo
desnudándolas, sin querer, de sentido.
Al perder su vestimenta veraz,
sienten doloridas el frío
del hielo que traslada mis venas,
antes sangre portadora de esferas.
Debe ser el reflejo de tu persona ida:
desvirtuado, aligerado de colores,
nítido y turbio a un tiempo:
nítido en los días limpios,
turbio en los días sucios,
en los que no te veo.
O es la imagen de tu cuerpo raudo:
perfecta y lineal en el tiempo,
sin atender a las curvas
que lo configuran en el espacio.
Increible pero cierto.
Pensando en ti
dejo de ser alguien hacia fuera
para convertirme en alguien hacia dentro.
Comparto mis lágrimas con las lágrimas de los nubarrones
del invierno eterno.
Comparto mis temores con la soledad,
única compañera cabal.
Apareo mi existencia con un vacuo ideal
sin llegar a sitio alguno.
Este ser en el que me asiento ahora,
leyéndome a mí mismo,
no ansía a nadie,
ni incluso a ti
que eres el constructor de este infeliz.
¿Qué escribir?
¿Con qué líneas recorrer este diáfano papel?
¿Cómo recrear mi vida?

José A. Pérez (Bétera 2010; a partir de Burjassot 1983).

sábado, 1 de mayo de 2010

PASOS

Verticales brazos que fabrican minutos tardíos.
Vegetales criaturas de barro, encanalladas en un mundo sólo mío.
Criaturas hoy frías, mañana calientes; caedizas gracias a las paredes resbaladizas.

Pasos.

Gritos acompasados, procedentes de los cementerios.
Humeante ácido que corroe lo extraño.
Como yo, como todo lo que rodea mi astro.
Astro inerte y lejano; acompañando el vértigo final.

Pasos.

Se acumula la niebla densa en el interior de mi cabeza.
Niebla promovida por un demonio escondido, hiriéndome resuelto.
Cielos de hormigón gris que de nadie quieren saber nada.
Nada saben de las columnas a las que me ato con cadenas.
Columnas construidas por fuerzas inentendidas.
Como un duelo a sangre entre silencios.
Como la lánguida superficie del dolor.
Como un continente de hueso encarcelados.
Como mi cuerpo encabritado, azotado por la arbitrariedad.

Pasos.

Pasos solidificados en la tierra.
Pasos seguidos por mi sombra de carbón.
No ha encontrado una hora el día para empaquetar el sol y devolverlo al creador.

Pasos.

Sonidos de herraduras proscritas.
Herraduras no forjadas.
Son sonidos falsos; estás advertido.
Son chillidos de blandos pájaros con la rabia contenida.

Pasos.

No duelen las pesadillas.
Hieren los buenos recuerdos y los dulces sueños metidos dentro.
Recuerdos y sueños inarrancables, unidos a mí mediante cordones umbilicales.
Unidos a mis entrañas, que perdieron la vida, que son gélidas,
Entrañas que son estelas difuminadas en un dibujo de lágrimas.
No duelen las jornadas batalladas.
Quema el fuego de mis pasos.
Quema la tortura que ha hecho de mi alma
una luz apagada.

José A. Pérez (Bétera 2010, sobre Burjassot 1983).

domingo, 25 de abril de 2010

DESPERTÉ

Desperté de golpe
del dormir más dulce.

Narcotizado pero despierto,
sin sentir el desconcierto.

Soñé, de golpe,
tu cuerpo sobre mi cuerpo.

Despierto pero dormido,
mi cuerpo sobre el tuyo.

José A. Pérez (Bétera, 2006)

viernes, 23 de abril de 2010

DESESPERANZA

I

Laguna de espejo tu figura desnuda,
allanada tantas veces por mis manos,
buscadoras de tu espuma.

Querida siempre y amada,
aún en la distancia.

Tu promesa de presencia
colma de sentido
mi vida ingrata.

¿Sobreviviré a la pujanza
del caos y la desesperanza?

Gana terreno en mis tripas el miedo:
el soñar tornado pesar.
Vence en mis pulmones la nada:
expulso aire derrotado
a bocanadas.

Gana la desgana de vivir.
Marchada tú de mi geografía,
quedaron incumplidas
mis coleccionadas esperanzas.

II

Emigraste de mi presente
rumbo al país de alguno.

Ayuno de felicidad
en aquella festividad de infortunio.

Quedé carente de tu esplendorr,
llenador de plenilunios.

Ingresa suerte en mi alma
y sustituye el dos por el uno.

III

No me limito a hablarte
o a escucharte
sin estar tú presente.
Siento en mis huesos
la enfermedad de amarte
sin saber nada de ti.

Herido o moribundo al fin:
qué más da.

Un estallido repentino de derrotas,
sumatorios de artificiosas querencias.
Malditas experiencias.
Amor reconocido a deshora
detrás de todas ellas.

José A. Pérez (València, 2005)

jueves, 22 de abril de 2010

TU PALACIO

Con tu palacio abierto y movible,
entrando luz reflejada por tu pupila,
sosteniendo rayos inquietos, salpicados e invictos.

Con tu palacio lleno de agradecidos,
que cuando vuelan lo hacen sin aire.
Y los dedos de tus manos,
que son picas de cristal errante
y de sangre.

Con tu palacio girado y de sol,
voltereta de sus muros en un circo artificial,
tormentosas escaleras sobre el altar
que no hollarán mis suelas.

Con tu palacio de hiedra atando
como fibras de piel tupidas,
trenzándose como cuerdas de amor puro,
que reverberan al compás de tu paso.

Con tu palacio de espuma eléctrica,
con tu palacio planetario hinchable
como un globo de feria
de gas flotante.

Con tu palacio, con tu cuerpo plateado
brillando en el crepúsculo que forman mis días,
embelleciendo el porvenir tus cabellos y abriendo tu palacio cerrado.
Mil veces cerrado
por llaves gélidas y retorcidas.

- José A. Pérez (Bétera, 2010; sobre Burjassot, 1983).

martes, 20 de abril de 2010

BROTA LA NADA

Mis deseos son difuntos
que respiran,
mi carne se rompe
en mil tiras
al oir el estruendo
de las cenizas.

Tengo el alma
por las esquinas
mendigando el pan
que dejan las jaurías.

Quiero esconder la vista
de los fuegos
que arden asesinos
matando lejos.

Mis deseos son puertas
desangradas,
mi carne resurge
recién encontrada.

Y mi voz se oscurece
brotando la nada.

José Andrés Pérez (Burjassot, 1983; Bétera, 2010)

lunes, 19 de abril de 2010

TU LADO DE LA CAMA

Tu lado de la cama
anda solitario por ti,
moribundo por ti,
líquido por ti,
ajeno a todo por ti,
olvidadizo de lo cotidiano
por ti.

Mi lado de la cama
anda lloriqueando por ahí.

Prométele tu regreso
por debajo de las sábanas,
y lo verás correr de contento
por los pasillos y las cornisas
de mi casa y de ti.

José Andrés Pérez Serrano (València, 2003)

LA MAGIA

La magia existe aunque no sepamos dónde.
Debemos buscarla con ahínco,
llamarla por su nombre a gritos,
poner fé dónde no la hay,
publicitarnos entre las nubes
como demandantes de su sinsentido.
Y ella, rauda y enternecida,
acudirá generosa
y formulará un hechizo de los buenos
- como en los cuentos de niños-.
Y de pronto
la ansiedad será vencida,
el insomnio será descanso,
la falta de ti torrenciales besos,
nuestro final será principio,
y lo mucho malo acumulado
será un almacén cerrado
de recuerdos caducados
y malditos.


José Andrés Pérez (Bétera, 2010)

domingo, 18 de abril de 2010

MÁS Y MÁS TE QUIERO

Saboreé tu fulgor con las yemas
de los dedos
de mis manos,
huérfanas de tu tacto,
anhelantes de tus pechos.
Amasé una fortuna de caricias en aquel tiempo,
relleno de almíbares y estruendos.
Luego la dilapidé de tanto pasear mis huesos,
con mi inacción y mi duelo.
Desconvocado del mundo,
maltrecho,
no me atreví a buscarte
por temor a encontrarte opaca.
Y hoy
ni siquiera pensarte puedo.
Me esposé con mi propio miedo,
siempre fiel,
revestido a veces de pavor,
mil veces más fiel y más hielo.
Más y más te quiero,
sin detenerse el auge de mi adherida agonía.
Debido a lo alejada que te tengo
e invariablemente huida,
me temo.

José Andrés Pérez Serrano (Burjassot, 1996)

sábado, 17 de abril de 2010

SIN COSTE

Con la impunidad que da el orgullo,
mucho más desalmado,
tengo la respuesta
a la gran pregunta:
amor como andadura,
que como alma inmadura
voy a andar.

Sin coste me entrego,
sin coste alguno te incorporo,
porque
aunque parezca que no quiero,
voy a dejar de parecerlo,
decidido a ser.
A ser de los que se dan
sin cálculos en la cabeza.

José Andres Pérez (Bétera, 2004)

viernes, 16 de abril de 2010

NOTICIAS DE TI QUE NO TENGO

Noticias de ti
que no tengo,
publicadas lejos
dónde no las leo,
fuera del alcance
de mis celos.

Sin saber nada de ti
aliento la desesperanza
que habita nuestra cama,
sustituta de la dicha completa,
con amor transpirada.

Todas las horas de la noche y el día
son como una letal renuncia
a todo,
por culpa
de tu perseverante ausencia.

Porque el todo lo constituyes tú.
La nada sin ti me amarra
al irremediable destino
de los fantasmas.

José Andrés Pérez (Bétera, 1997)