Visto el destino de los mortales,
escrito en la piel,
áspero y lacerante,
transportado ayer
por el nacer de los nacientes.
¿Qué tienen los niños?
Las ganas de ser.
¿Qué ser?
¿Quién ser?
¿Cuándo ser?
¿Por qué ser?
Regalan a pie de cuna
personas de papel.
Supone ganar o perder,
ser de otra manera o no ser.
Y no ser es no estar,
o sea, morir,
dejar de existir
como cosa original.
Pretensión tormentosa en ciernes,
escritura química y doliente.
La sangre con letra entra.
Pues que bien.
José Andrés Pérez Serrano
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