sábado, 8 de mayo de 2010

LA PALABRA FELICIDAD SE QUEDA PEQUEÑA

Que me hayan mirado tus ojos ha sido
bálsamo de Fierebrás,
más incluso que bálsamo
azúcar para tomar.

Y tu cuerpo,
además de azúcar para tomar y gozar,
me sirve para escuchar
el oleaje del mar
que hay en tu respirar.

Nos encontramos
tras muchos años de transitar
y, sin más,
se vieron juntas nuestras almas
y no se quisieron separar.

Nombrada tras poco tiempo
primera magistratura de mi estado;
apenas un transcurrir enano
y ya lo significas todo.

Y ya nada me pena.

La palabra felicidad,
créeme,
se queda pequeña.


José A. Pérez (Bétera, 1999)

No hay comentarios:

Publicar un comentario