viernes, 22 de julio de 2011

Vivir como un muerto.

Oscuridad en la tierra de Sorolla,
en túneles sin salidas practicadas. En penumbra
vivo mutilado, cuarteado, diagnosticado
enfermo crónico a causa de la ausencia disoluta.
Vivo en un acuario sin peces,
sin agua destilada, sin piedrecitas.
Renuncié al capricho de las estrellas,
a las alcobas humedecidas, a las nucas erizadas,
a los segundos culminantes. A la vida.
No hay nadie que supla a la intemperie.
Masticarte con los dientes debajo de la almohada,
sometido al desamparo impuesto por los escualos.
En un duelo constante con lo inconsciente.
Presión insoportable y ejercida por lo que se hacina
en mis vísceras. Lectura permanente de tu nombre,
como en la Naranja Mecánica le pasaba a Alex.
Aludes de nieve en tiempo de anticiclones,
de borrascas, de entretiempo. En definitiva, siempre.
Combates imposibles contra adversarios invisibles.
¿Batirse? ¿Contra qué, contra quién? ¿Para qué?
Vacío sobre vacío sobre vacío.
Silencios. Ahogamientos. Precipicios.
Desahucios. Centros de gravedad en pleno desplazamiento.
Tiemblo. Me caigo. Me desparramo por el terreno.
Lloro. Riego el asfalto. Tengo mocos. Babeo.

Espléndido alumbramiento: la verdad es parida
por un reo que no sabía que lo era
en aquellos momentos. Sentencia aplicada
por el juzgado de guardia: la realidad me condena
a vivir como un muerto.

2 comentarios:

  1. Por qué tanto pesimismo vital en las puertas de un verano que se presiente cálido y acogedor... Seguro que todo irá a mejor, ya lo verás. Como se suele decir, lo mejor está por venir... Por cierto, hemos de buscar un día y una hora para hacernos unas copas con Tomás. Además, el sábado 9 de julio nos quedamos sin tu presencia en La Coma. Hubiera estado interesante tu participación. Saludos!

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  2. Maldita sea: olvidé lo de La Coma ¡¡ Tomás me va a matar ¡¡ Es que estoy organizando un superevento cultural. Cuando quieras nos reunimos y os lo cuento. Un abrazo.

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