lúgubres y desventados licores
que son mi vida.
Pensamientos de niño
que son estas líneas,
que son la nada
ahogando mis días.
Contra una gris
y huesuda pared,
me atormenta tu sed.
Una sed de vida,
de pasión de mujer.
Quiero verte
y no verte perdida.
Airosos desatinos,
momentos viles y cansinos
pavimentando mi camino;
que son mi todo cubierto
de lodo sucio y desteñido.
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