domingo, 27 de febrero de 2011

CINTAS DE RECUERDOS (II)

¿Eres incapaz de andar sin balancearte? ¿Eso me preguntas? Es todo lo que un hombre atrofiado puede hacer. ¿Te has mirado en ese charco? Mi piel es un conjunto negro de llagas. Mi piel se desprende, lentamente, doliendo en cada segundo. ¿Eres incapaz de razonar con claridad? Mi cerebro aunque es grande, en parte está quemado. Eres un hombre terco, siempre lo he dicho.

- Siempre lo he dicho: eres un hombre terco, más terco que una mula.

Trives se convertiría con el tiempo en el fundador de una de las corrientes étnicas más importantes del continente europeo. Tras el armagedón, Europa dejó de existir. Cincuenta años después de la destrucción, el patriarca de la nueva civilización nacería en unas ruinas ubicadas en el frío norte.

- No digas estupideces. Es lo único que dices: estupideces. Una flor no dignifica al mundo, no lo convierte en el bello. No existen las flores hoy en día. Debemos cambiar el concepto de belleza.

Esteyd no figura no figurará nunca en los libros de historia. Historia que se transmite oralmente de generación en generación.

¿Dónde estoy? Tengo miedo...

- No comprendo porque no nos podemos comer a este individuo. Nos hemos quedado sin comestibles - resulta oscuro este pasadizo. Comunica con las antiguas cloacas, donde viven los pordioseros. No me atrevería nunca a entrar en ese lugar. Por mucha hambre que tuviera. Yo vivo muy cómodamente en el refugio comunal número 3. No hay tantas muertes violentas como en plena calle. Yo les busco alimento y ellos me protegen. La guardia armada sabe mantener el orden.

- ¿No lo ves? Está enfermo, infectado, contaminado. ¿No te das cuenta? Tiene un aspecto horrible - un par de ojos, una nariz, una boca, una frente reducida, cabello en la cúspide del cráneo, dos manos con cinco dedos en cada una, un par de piernas. Es un monstruo. Su estatura es superior a la nuestra. Es un monstruo, sin lugar a dudas. Pero no creo que esté contaminado. Su piel es blanca. Está limpio. No huele mal.

- Si lo dices por esos ojos diminutos y esa frente...

- Lo digo precisamente por eso. Está contaminado. ¿No te das cuenta?

- Sigo pensando que deberíamos matarlo y luego comérnoslo.

- Si es lo que quieres. Te comportas como un crío. Si se trata de un capricho, vamos, hazlo.

(continuará)

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