(A la Serranía Valenciana)
Tengo el alma de tierra,
de la tierra que se alimentó
mi infancia y mi adolescencia.
Tengo el alma de tierra,
de esparto y retorcidas sendas,
de peñas de basalto
y privadas siembras.
Tengo el alma de tierra,
pobre pero rica,
amada pero olvidada,
sujeta pero suelta.
No mueras tierra,
o morirá mi alma envenenada
por tu tierra muerta.
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